Negro
El negro como color para teñir textiles no existe, o al menos no como un color directo, aún cuando hay algunas plantas que proporcionan jugos que dan al final el negro. Pero de hecho, es producto de la oxidación. Es el caso del jugo de la jagua en Panamá, que usan las mujeres kunas para delinear su pintura facial, ayudado a veces con polvo de carbón vegetal.
También en Panamá, Colombia y Ecuador se tiñe fibra de palmas y de la rafia con vegetales de rojo y luego se oxida con barro para llegar al negro. Es un caso similar al negro de los “chamarros” de los tzotziles de Chiapas, que están elaborados con una lana “parda” o negruzca, oxidados con barro, o lo que propone el autor para teñir en frío con taninos más óxido natural.
Con la breve explicación anterior se entiende que la tinción en color negro de fibras textiles o lacas sí se logran en algunos lugares del Continente Americano y en varios lugares de México, utilizando diversos materiales tintóreos, pero el método es el mismo: al negro le antecede el café o gris, o bien, se obtiene directo a partir del gris. Lo anterior es válido para fibras textiles, pero no para el caso de las lacas, donde se recurre al negro de humo.
Mujer Kuna del Caribe panameño con maquillaje en negro, Tela de algodón teñida con negro orgánico; lana teñida en negro; negro de humo obtenido de ocote.